LA ULTIMA EJECUCIÓN DE "EMPUJE DE MANOS" DEL MAESTRO MA YUELIANG
Por el Dr. Wen Zee.
Introducción y traducción por Gerardo López Sastre.
Editado en la revista GOLDEN DRAGON nº 12, Abril de 1999.
Introducción. A finales de Octubre (1999) visitó España (Madrid) el Dr. Zee Wen. Dos años de una intensa correspondencia habían producido este resultado: un eminente Maestro de Taijiquan de más de ochenta años, formado tanto en medicina occidental (trabajaba como cardiólogo en Shanghai hasta su jubilación) como en la medicina china, acudía a España para dar a conocer el estilo Wu de Taijiquan, un estilo que aquí era apenas un nombre en los libros sobre Taijiquan. Yo había estudiado este estilo durante mi estancia en Hong Kong (en donde es el más popular) y había experimentado en España el desaliento que produce la soledad y el ver mi aprendizaje detenido. Entre los documentos que el Dr. Zee Wen tuvo la gentileza de entregarnos está este artículo en el que narra su relación con su Maestro, Ma Yueliang, el ayudante –y yerno- del fundador del estilo Wu, Wu Jianquan. Nada más leerlo me pareció que debía traducirse al español. Se hablaba con gran sinceridad y emoción de lo que había sido una relación de aprendizaje de muchos años, algo tan necesario para progresar en las Artes Marciales como difícil de establecer. Sólo puedo desear que el lector le guste tanto como a mí.
El 14 de marzo de 1998 recibí malas noticias de mi hija en Shanghai. Su mensaje, enviado por correo electrónico, me comunicaba que el Maestro Ma Yueliang había fallecido a sus 98 años. Se le había diagnosticado un cáncer de colon y murió el día 13 de marzo en el hospital a causa de un fallo renal acaecido después de que le operaran. El Maestro Ma Yuliang fue mi primer profesor de Taijiquan en los años 30, cuando yo era un adolescente. Mis compañeros de escuela secundaria y yo mismo estábamos muy interesados en el arte del Taijiquan, que había llegado a Shangai proveniente de Beijing hacía solo unos pocos años. Escribí una carta a la Asociación Jianquan, y se nos envío al Maestro Ma para que nos enseñara. Formábamos un grupo de menos de 10 estudiantes. Practicábamos tres veces a la semana durante la mañana en el parque que ahora se denomina Parque del Trabajo, cerca de nuestro colegio. Poco después del comienzo de la guerra chino-japonesa, Shangai fue ocupada por los japoneses. Ma abandonó Shangai y tuvo que cruzar a pie varias provincias del interior para poder alcanzar Chungking, la capital de guerra del gobierno chino. Durante ese largo viaje gastó más de veinte pares de zapatos de suela de tela. En algunas ocasiones tuvo que realizar demostraciones de artes marciales en las calles para obtener algo de dinero. Esta es una de las numerosas historias interesantes que más tarde contaría.
Yo estudie medicina durante los ocho años de la guerra. Perdí contacto con él y no sabía dónde se encontraba. Después de la liberación, cuando ya los comunistas gobernaban China, trabajé en un hospital del gobierno en el centro de Shangai, situado justo detrás del famoso Parque del Pueblo. Un día atravesaba el parque y vi al Maestro Ma enseñando Taijiquan. Su cuerpo fuerte y firme, su rostro siempre en calma y su puro dialecto de Beijing eran inconfundibles. Había cambiado muy poco. Nos sentimos realmente felices de encontrarnos el uno con el otro después de una separación de más de diez años. Después de este reencuentro me convertí en un estudiante asiduo. También le invite a enseñar a los doctores y a las enfermeras de nuestro hospital. El Maestro Ma no era médico; nunca trató a pacientes, excepto a aquellos estudiantes de Taijiquan que sentían dolor en su espaldas o extremidades. Su campo era el trabajo de laboratorio. Trabajó en el laboratorio del hospital de la Cruz Roja de Shangai cuando vino por vez primera a esta ciudad en los años veinte. La Asociación Jianquan de Taijiquan fue oficialmente restablecida en 1980. Los Maestros Wu Yinghua y Ma Yueliang eran el presidente y el vicepresidente respectivamente. Yo me convertí en uno de los primeros del comité ejecutivo de la asociación y trabajé como editor de su boletín. Desde entonces, estudié y trabajé con él, incluso de una forma más cercana. Fuimos coautores del libro “Wu Style Push Hands”, que se publico tanto en chino como en ingles en Hong Kong. También traduje al ingles su libro “Wu Style Taijiquan, Forms, Concepts and Application of the Original Style”. Este libro es bien conocido en los círculos de Taijiquan de los Estados Unidos. Alemania, Australia y áreas del sudeste asiático. Más tarde, experimenté un gran honor al ser aceptado por el Maestro Ma como uno de sus estudiantes internos. Un estudiante interno es seleccionado normalmente después de una larga observación por parte del profesor y después de considerar su conducta personal y su moral, igual que su aptitud hacia el aprendizaje. El Maestro Ma tuvo probablemente más de diez mil estudiantes que asistieron a sus clases, pero sólo hay dos o tres docenas de estudiantes internos. Desde los últimos años de la década de los 80 Ma declaró que su puerta estaba cerrada y no admitió a más estudiantes internos. Un estudiante interno quiere decir el discípulo que aprendió el arte auténtico de su profesor, llamado Sifu en chino. El o ella es el sucesor designado de las habilidades y características de su Sifu. Interno significa que ha entrado en la esencia de una escuela diferenciada de arte u oficio, tales como la pintura, la opera de Beijing o las Artes Marciales. Un estudiante interno comparte el mismo linaje del profesor. Por ejemplo, Wu Jianyou (Wu Chian You) fue el fundador del estilo Wu. Su hijo Wu Jianquan (Wu Chian Chuan) pertenecía a la segunda generación: Ma Yueliang era de la tercera generación, y los estudiantes internos del Maestro Ma constituyen la cuarta generación. Tanto en el estilo Yang como en el Wu, cuando un Maestro selecciona a un estudiante interno se celebra una ceremonia solemne. Una tableta, en donde se ha escrito el nombre de Zhang Sanfeng, el creador legendario del Taijiquan, se coloca sobre una mesa situada en el centro de la habitación. Un par de grandes velas rojas brillan encendidas enfrente de la tableta. El nuevo discípulo tiene que inclinarse o arrodillarse primero ante la tableta y ante su Sifu. El Sifu instruye entonces al estudiante en disciplinas tales como la manera de mostrar respeto al Maestro y como ayudar a otros estudiantes internos siempre que tengan dificultades, porque ahora están unidos para siempre en una fraternidad. Más importantes son las contraseñas secretas y los signos especiales o movimientos que el estudiante debería usar cuando está en un sitio público. Las contraseñas son las mismas para todos los estudiantes internos y son estrictamente confidenciales; no deben enseñarse a gente exterior, ni siquiera a la propia esposa y a los hijos de uno. Los estudiantes internos pueden reconocerse entre sí a través de las contraseñas y ayudarse siempre que experimenten dificultades, especialmente cuando uno está lejos de su hogar.
El Maestro Ma había nacido en el seno de una familia de artistas marciales. Su padre fue un general que tenía como misión defender toda la ciudad de Beijing. La muralla de la ciudad tenía nueve puertas, y así es que se le llamaba “El general de las nueve puertas”. Su casa tenía un patio muy grande que servía como terreno de entrenamiento para cabalgar y tirar con arco. Cuando era muy joven, el Maestro Ma aprendió el arte marcial duro Dongbeiquan (Tong Pei Chuan). Cuando tuvo veinte años se cambió al Taijiquan enseñado por el Maestro Wu Jianquan. En 1930 se caso con Wu Yinghua que era la hija del Maestro Wu Jianquan. El cumpleaños del Maestro Ma era el 6 de Junio según el calendario lunar chino, que es aproximadamente un mes antes del calendario solar. El 6 de Julio del año pasado sus estudiantes organizaron una gran fiesta en el “Political Consultive May” del distrito XU Hui de Shangai. Acudieron a la fiesta aproximadamente 200 personas y cantaron “Happy Birthday” tanto en ingles como en chino. El Maestro Ma estaba muy animado. Se levanto en numerosas ocasiones para brindar con todo el mundo y darles las gracias. Todos esperábamos con ganas celebrar el que cumpliera 100 años, para lo que sólo le quedaban dos años. Ahora ha fallecido de manera inesperada. He perdido al Maestro de mi vida y el mundo del Taijiquan ha perdido un tesoro viviente. Me preocupa que el alto nivel de su habilidad le siga a la tumba, quede enterrado, y no vuelva a verse nunca. Cuando leí las malas noticias en el correo electrónico, lágrimas calientes inundaron mis ojos. Me quede sentado mirando a la pantalla del ordenador durante un largo tiempo, apenado por la enorme pérdida de su muerte. El último año conduje en una visita a China a un grupo de 18 personas. El domingo, 5 de Octubre, era el día en el que la Asociación Jianquan tiene su demostración mensual de Taijiquan en el parque. Esta vez, mis estudiantes americanos demostraron dos partes de la forma lenta del estilo Wu. Ma cogió el micrófono y realizo una explicación más larga de lo usual mientras nosotros hacíamos la demostración. Finalmente, Ma se levanto de su silla y realizo empuje de manos con seis personas, una después de la otra, sin descansar. Parecía como si fuera un viejo pino en la cima de la Montaña Amarilla, erguido de una manera elegante y enérgica bajo el soplo del viento. Mis amigos americanos estaban con los ojos abiertos de asombro al observar el empuje de manos del Maestro Ma. Comprendían que por primera vez estaban viendo como es el verdadero empuje de manos. Volvieron a Los Ángeles vía Beijing aproximadamente una semana después. Yo permanecí algunas semanas más con mi familia en Shangai. El primer domingo de Noviembre se celebra de nuevo la demostración pública de la asociación. Esta vez tuvo lugar en la plaza, enfrente del recientemente construido Estadio de los Eventos Nacionales. Ese día el tiempo era excelente, el sol brillaba con fuerza y Ma llegó y realizó empuje de manos con siete personas.
Yo había llevado tanto mi cámara de 35 mm como mi vídeo cámara, y tome tantas fotos de la ejecución de Ma como pude. Una semana después de la reunión fui a casa del Maestro Ma. Yacía en cama. Me dijo que sufría de hemorroides que sangraban con frecuencia. Encontré que su mal era diferente de un simple problema de hemorroides y sugerí que fuera al hospital para un chequeo. Si hija mayor y su hijo más joven le llevaron en taxi inmediatamente al hospital. Fue la última vez que lo vi. Tenía que volver a América debido a la fecha de mi billete de avión. Mi pesar más grande es que no lo visité a menudo durante mi estancia en Shangai. He escrito este artículo en su honor, y para expresar la pena profunda que me causa la pérdida de mi Maestro. Una de las características del empuje de manos del Maestro Ma era su suavidad. Cuando practicaba empuje de manos con él me sentía con si estuviera tocando un trozo de madera que flotara en el agua, incapaz de encontrar una parte sólida de su cuerpo. Pero al mismo tiempo su energía alcanzaba de modo inmediato las plantas de mis pies. Me sentía incomodo en mis piernas y tenía que moverme o cambiar la postura de mis pies. De lo más sorprendente eran los casos en los que el Maestro Ma empujaba horizontalmente a la gente haciéndola girar y caer sobre sus glúteos. Una persona fue arrojada y acabó en el suelo. Cuando se levantó comenzó a friccionarse la zona que le dolía. Era evidente que se había lastimado en los glúteos. Ma podía también derribar a un oponente de manera vertical, provocando que rodara hacia atrás en el suelo dos o tres veces. Estas habilidades son sin duda alguna difíciles de aprender. Según mi comprensión, la causa de que las personas que hacían empuje de manos con el Maestro Ma acabaran girando y rodando era que la energía de Ma estaba de acuerdo con la fuerza y dirección de la energía del oponente. Cuando el oponente comenzaba a girar, Ma se sumaba a esa inercia o impulso usando sin intención de querer ayudar al oponente en ese movimiento de giro. De hecho, el oponente caía debido a su propia fuerza. Una de estas personas me dijo, después de caer hacía atrás, -es extraño, nunca pude girar sobre mí mismo hacía atrás yo solo, pero el Maestro Ma me obligo a hacerlo y no me lastimé-. Las tres series de fotos incluidas aquí muestran la última ejecución de empuje de manos del Maestro Ma. Unos pocos días después fue ingresado en el hospital. La cámara fija no capta las sutilezas de sus movimientos. Afortunadamente los grabe en vídeo, y constituirán mi recuerdo más valioso del Maestro Ma.
Introducción. A finales de Octubre (1999) visitó España (Madrid) el Dr. Zee Wen. Dos años de una intensa correspondencia habían producido este resultado: un eminente Maestro de Taijiquan de más de ochenta años, formado tanto en medicina occidental (trabajaba como cardiólogo en Shanghai hasta su jubilación) como en la medicina china, acudía a España para dar a conocer el estilo Wu de Taijiquan, un estilo que aquí era apenas un nombre en los libros sobre Taijiquan. Yo había estudiado este estilo durante mi estancia en Hong Kong (en donde es el más popular) y había experimentado en España el desaliento que produce la soledad y el ver mi aprendizaje detenido. Entre los documentos que el Dr. Zee Wen tuvo la gentileza de entregarnos está este artículo en el que narra su relación con su Maestro, Ma Yueliang, el ayudante –y yerno- del fundador del estilo Wu, Wu Jianquan. Nada más leerlo me pareció que debía traducirse al español. Se hablaba con gran sinceridad y emoción de lo que había sido una relación de aprendizaje de muchos años, algo tan necesario para progresar en las Artes Marciales como difícil de establecer. Sólo puedo desear que el lector le guste tanto como a mí.
El 14 de marzo de 1998 recibí malas noticias de mi hija en Shanghai. Su mensaje, enviado por correo electrónico, me comunicaba que el Maestro Ma Yueliang había fallecido a sus 98 años. Se le había diagnosticado un cáncer de colon y murió el día 13 de marzo en el hospital a causa de un fallo renal acaecido después de que le operaran. El Maestro Ma Yuliang fue mi primer profesor de Taijiquan en los años 30, cuando yo era un adolescente. Mis compañeros de escuela secundaria y yo mismo estábamos muy interesados en el arte del Taijiquan, que había llegado a Shangai proveniente de Beijing hacía solo unos pocos años. Escribí una carta a la Asociación Jianquan, y se nos envío al Maestro Ma para que nos enseñara. Formábamos un grupo de menos de 10 estudiantes. Practicábamos tres veces a la semana durante la mañana en el parque que ahora se denomina Parque del Trabajo, cerca de nuestro colegio. Poco después del comienzo de la guerra chino-japonesa, Shangai fue ocupada por los japoneses. Ma abandonó Shangai y tuvo que cruzar a pie varias provincias del interior para poder alcanzar Chungking, la capital de guerra del gobierno chino. Durante ese largo viaje gastó más de veinte pares de zapatos de suela de tela. En algunas ocasiones tuvo que realizar demostraciones de artes marciales en las calles para obtener algo de dinero. Esta es una de las numerosas historias interesantes que más tarde contaría.
Yo estudie medicina durante los ocho años de la guerra. Perdí contacto con él y no sabía dónde se encontraba. Después de la liberación, cuando ya los comunistas gobernaban China, trabajé en un hospital del gobierno en el centro de Shangai, situado justo detrás del famoso Parque del Pueblo. Un día atravesaba el parque y vi al Maestro Ma enseñando Taijiquan. Su cuerpo fuerte y firme, su rostro siempre en calma y su puro dialecto de Beijing eran inconfundibles. Había cambiado muy poco. Nos sentimos realmente felices de encontrarnos el uno con el otro después de una separación de más de diez años. Después de este reencuentro me convertí en un estudiante asiduo. También le invite a enseñar a los doctores y a las enfermeras de nuestro hospital. El Maestro Ma no era médico; nunca trató a pacientes, excepto a aquellos estudiantes de Taijiquan que sentían dolor en su espaldas o extremidades. Su campo era el trabajo de laboratorio. Trabajó en el laboratorio del hospital de la Cruz Roja de Shangai cuando vino por vez primera a esta ciudad en los años veinte. La Asociación Jianquan de Taijiquan fue oficialmente restablecida en 1980. Los Maestros Wu Yinghua y Ma Yueliang eran el presidente y el vicepresidente respectivamente. Yo me convertí en uno de los primeros del comité ejecutivo de la asociación y trabajé como editor de su boletín. Desde entonces, estudié y trabajé con él, incluso de una forma más cercana. Fuimos coautores del libro “Wu Style Push Hands”, que se publico tanto en chino como en ingles en Hong Kong. También traduje al ingles su libro “Wu Style Taijiquan, Forms, Concepts and Application of the Original Style”. Este libro es bien conocido en los círculos de Taijiquan de los Estados Unidos. Alemania, Australia y áreas del sudeste asiático. Más tarde, experimenté un gran honor al ser aceptado por el Maestro Ma como uno de sus estudiantes internos. Un estudiante interno es seleccionado normalmente después de una larga observación por parte del profesor y después de considerar su conducta personal y su moral, igual que su aptitud hacia el aprendizaje. El Maestro Ma tuvo probablemente más de diez mil estudiantes que asistieron a sus clases, pero sólo hay dos o tres docenas de estudiantes internos. Desde los últimos años de la década de los 80 Ma declaró que su puerta estaba cerrada y no admitió a más estudiantes internos. Un estudiante interno quiere decir el discípulo que aprendió el arte auténtico de su profesor, llamado Sifu en chino. El o ella es el sucesor designado de las habilidades y características de su Sifu. Interno significa que ha entrado en la esencia de una escuela diferenciada de arte u oficio, tales como la pintura, la opera de Beijing o las Artes Marciales. Un estudiante interno comparte el mismo linaje del profesor. Por ejemplo, Wu Jianyou (Wu Chian You) fue el fundador del estilo Wu. Su hijo Wu Jianquan (Wu Chian Chuan) pertenecía a la segunda generación: Ma Yueliang era de la tercera generación, y los estudiantes internos del Maestro Ma constituyen la cuarta generación. Tanto en el estilo Yang como en el Wu, cuando un Maestro selecciona a un estudiante interno se celebra una ceremonia solemne. Una tableta, en donde se ha escrito el nombre de Zhang Sanfeng, el creador legendario del Taijiquan, se coloca sobre una mesa situada en el centro de la habitación. Un par de grandes velas rojas brillan encendidas enfrente de la tableta. El nuevo discípulo tiene que inclinarse o arrodillarse primero ante la tableta y ante su Sifu. El Sifu instruye entonces al estudiante en disciplinas tales como la manera de mostrar respeto al Maestro y como ayudar a otros estudiantes internos siempre que tengan dificultades, porque ahora están unidos para siempre en una fraternidad. Más importantes son las contraseñas secretas y los signos especiales o movimientos que el estudiante debería usar cuando está en un sitio público. Las contraseñas son las mismas para todos los estudiantes internos y son estrictamente confidenciales; no deben enseñarse a gente exterior, ni siquiera a la propia esposa y a los hijos de uno. Los estudiantes internos pueden reconocerse entre sí a través de las contraseñas y ayudarse siempre que experimenten dificultades, especialmente cuando uno está lejos de su hogar.
El Maestro Ma había nacido en el seno de una familia de artistas marciales. Su padre fue un general que tenía como misión defender toda la ciudad de Beijing. La muralla de la ciudad tenía nueve puertas, y así es que se le llamaba “El general de las nueve puertas”. Su casa tenía un patio muy grande que servía como terreno de entrenamiento para cabalgar y tirar con arco. Cuando era muy joven, el Maestro Ma aprendió el arte marcial duro Dongbeiquan (Tong Pei Chuan). Cuando tuvo veinte años se cambió al Taijiquan enseñado por el Maestro Wu Jianquan. En 1930 se caso con Wu Yinghua que era la hija del Maestro Wu Jianquan. El cumpleaños del Maestro Ma era el 6 de Junio según el calendario lunar chino, que es aproximadamente un mes antes del calendario solar. El 6 de Julio del año pasado sus estudiantes organizaron una gran fiesta en el “Political Consultive May” del distrito XU Hui de Shangai. Acudieron a la fiesta aproximadamente 200 personas y cantaron “Happy Birthday” tanto en ingles como en chino. El Maestro Ma estaba muy animado. Se levanto en numerosas ocasiones para brindar con todo el mundo y darles las gracias. Todos esperábamos con ganas celebrar el que cumpliera 100 años, para lo que sólo le quedaban dos años. Ahora ha fallecido de manera inesperada. He perdido al Maestro de mi vida y el mundo del Taijiquan ha perdido un tesoro viviente. Me preocupa que el alto nivel de su habilidad le siga a la tumba, quede enterrado, y no vuelva a verse nunca. Cuando leí las malas noticias en el correo electrónico, lágrimas calientes inundaron mis ojos. Me quede sentado mirando a la pantalla del ordenador durante un largo tiempo, apenado por la enorme pérdida de su muerte. El último año conduje en una visita a China a un grupo de 18 personas. El domingo, 5 de Octubre, era el día en el que la Asociación Jianquan tiene su demostración mensual de Taijiquan en el parque. Esta vez, mis estudiantes americanos demostraron dos partes de la forma lenta del estilo Wu. Ma cogió el micrófono y realizo una explicación más larga de lo usual mientras nosotros hacíamos la demostración. Finalmente, Ma se levanto de su silla y realizo empuje de manos con seis personas, una después de la otra, sin descansar. Parecía como si fuera un viejo pino en la cima de la Montaña Amarilla, erguido de una manera elegante y enérgica bajo el soplo del viento. Mis amigos americanos estaban con los ojos abiertos de asombro al observar el empuje de manos del Maestro Ma. Comprendían que por primera vez estaban viendo como es el verdadero empuje de manos. Volvieron a Los Ángeles vía Beijing aproximadamente una semana después. Yo permanecí algunas semanas más con mi familia en Shangai. El primer domingo de Noviembre se celebra de nuevo la demostración pública de la asociación. Esta vez tuvo lugar en la plaza, enfrente del recientemente construido Estadio de los Eventos Nacionales. Ese día el tiempo era excelente, el sol brillaba con fuerza y Ma llegó y realizó empuje de manos con siete personas.
Yo había llevado tanto mi cámara de 35 mm como mi vídeo cámara, y tome tantas fotos de la ejecución de Ma como pude. Una semana después de la reunión fui a casa del Maestro Ma. Yacía en cama. Me dijo que sufría de hemorroides que sangraban con frecuencia. Encontré que su mal era diferente de un simple problema de hemorroides y sugerí que fuera al hospital para un chequeo. Si hija mayor y su hijo más joven le llevaron en taxi inmediatamente al hospital. Fue la última vez que lo vi. Tenía que volver a América debido a la fecha de mi billete de avión. Mi pesar más grande es que no lo visité a menudo durante mi estancia en Shangai. He escrito este artículo en su honor, y para expresar la pena profunda que me causa la pérdida de mi Maestro. Una de las características del empuje de manos del Maestro Ma era su suavidad. Cuando practicaba empuje de manos con él me sentía con si estuviera tocando un trozo de madera que flotara en el agua, incapaz de encontrar una parte sólida de su cuerpo. Pero al mismo tiempo su energía alcanzaba de modo inmediato las plantas de mis pies. Me sentía incomodo en mis piernas y tenía que moverme o cambiar la postura de mis pies. De lo más sorprendente eran los casos en los que el Maestro Ma empujaba horizontalmente a la gente haciéndola girar y caer sobre sus glúteos. Una persona fue arrojada y acabó en el suelo. Cuando se levantó comenzó a friccionarse la zona que le dolía. Era evidente que se había lastimado en los glúteos. Ma podía también derribar a un oponente de manera vertical, provocando que rodara hacia atrás en el suelo dos o tres veces. Estas habilidades son sin duda alguna difíciles de aprender. Según mi comprensión, la causa de que las personas que hacían empuje de manos con el Maestro Ma acabaran girando y rodando era que la energía de Ma estaba de acuerdo con la fuerza y dirección de la energía del oponente. Cuando el oponente comenzaba a girar, Ma se sumaba a esa inercia o impulso usando sin intención de querer ayudar al oponente en ese movimiento de giro. De hecho, el oponente caía debido a su propia fuerza. Una de estas personas me dijo, después de caer hacía atrás, -es extraño, nunca pude girar sobre mí mismo hacía atrás yo solo, pero el Maestro Ma me obligo a hacerlo y no me lastimé-. Las tres series de fotos incluidas aquí muestran la última ejecución de empuje de manos del Maestro Ma. Unos pocos días después fue ingresado en el hospital. La cámara fija no capta las sutilezas de sus movimientos. Afortunadamente los grabe en vídeo, y constituirán mi recuerdo más valioso del Maestro Ma.
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